La parálisis del sueño es un trastorno del sueño sumamente común que puede estar afectando tu salud mental y tu calidad de vida. Se cree que se debe a una desincronización entre el cuerpo y la mente durante la transición entre el sueño y la vigilia, y es importante saber identificar si lo estás experimentando.
Sigue leyendo para conocer más sobre este fenómeno que puede estar afectando la calidad de tu sueño.
¿Qué es la parálisis del sueño?
La parálisis del sueño es un trastorno o parasomnia en el que una persona experimenta una incapacidad temporal para moverse o hablar después del inicio del sueño o al despertarse.
Este suele presentarse durante la fase del sueño REM, o de movimientos oculares rápidos. Normalmente, durante esta fase REM las personas experimentan atonía, o pérdida del tono muscular.
Por lo tanto, un episodio de parálisis del sueño sucede cuando la persona se despierta o cuando se está quedando dormida y no puede realizar movimientos voluntarios porque la atonía de la fase de sueño REM persiste. Esto puede durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos.
El diagnóstico de parálisis del sueño se hace a través de cuestionarios clínicos y evaluaciones durante el sueño como la polisomnografía.
Síntomas de la parálisis del sueño
Los síntomas de la parálisis del sueño pueden ser alarmantes, especialmente porque se estima que el 75 % de los episodios de parálisis del sueño se acompañan de alucinaciones visuales o táctiles.
Sin embargo, la parálisis del sueño no representa un peligro para la salud física ni representa una amenaza para la vida de la persona que la experimenta.
Estos son los síntomas con los que debes estar alerta para identificar si tienes una parálisis del sueño:
- Atonía: la incapacidad para mover el cuerpo o para hablar al quedarte dormido o al despertar es el síntoma que define la parálisis del sueño.
- Alucinaciones: pueden ocurrir en el momento en que te vas a dormir, también llamadas alucinaciones hipnagógicas, o en el momento en que te despiertas, también llamadas alucinaciones hipnopómpicas.
De acuerdo con las características de las alucinaciones, estas se pueden dividir en tres tipos:
- Alucinaciones de intruso: son la percepción de que hay una persona o presencia peligrosa en el cuarto.
- Alucinaciones de presión en el pecho: es un sentimiento de que alguien se está sentando sobre tu pecho y no puedes respirar. Pueden suceder al mismo tiempo que las alucinaciones de intruso.
- Alucinaciones vestíbulo-motoras: estas son una sensación de movimiento de las cosas a tu alrededor. La persona suele sentir que está flotando, volando o cayendo.
- Somnolencia diurna: el estrés y el miedo ocasionado por la parálisis del sueño puede hacer que las personas que la experimentan no puedan tener un sueño profundo o reparador, ocasionando que se sientan cansados durante el día.
Causas de la parálisis del sueño
Aunque ha sido estudiada extensivamente, la causa exacta de la parálisis del sueño se desconoce. Se cree que hay múltiples factores desencadenantes y predisponentes para la parálisis del sueño. Los más comunes son:
- Privación de sueño: la parálisis del sueño es mucho más común en las personas que presentan insomnio y apnea obstructiva del sueño. Otros trastornos del sueño, como la narcolepsia, también son una causa común de parálisis de sueño.
- Hábitos de sueño alterados: las personas con patrones de sueño anormales, es decir, que no tienen un horario regular de sueño, trabajan turnos nocturnos o que viajan y presentan jet lag constantemente, tienen más riesgo de presentar parálisis del sueño.
Esto también se puede ver en personas que toman siestas frecuentemente.
- Trastornos de salud mental: ciertas condiciones de salud mental, como los trastornos de ansiedad, trastornos de conducta y el trastorno de estrés postraumático, aumentan el riesgo de parálisis del sueño.
Esto se debe al estrés emocional y físico constante que experimentan estas personas.
- Historia familiar de parálisis del sueño: aunque no se han identificado genes relacionados con la parálisis del sueño, las personas que tienen familiares que la han experimentado tienen más posibilidades de presentarla.
- Imaginación y disociación: las personas muy imaginativas que se suelen disociar de su ambiente, como las que sueñan despiertas, suelen presentar episodios de parálisis del sueño. Las pesadillas vívidas y los sueños lúcidos también se asocian a la parálisis del sueño.
Tipos de parálisis del sueño
La parálisis del sueño se suele clasificar de acuerdo con la recurrencia de los episodios. Los tipos de parálisis del sueño son:
Parálisis del sueño aislada
La parálisis del sueño aislada es un episodio único de parálisis del sueño que suele ser causado por un patrón del sueño irregular o por niveles altos de estrés.
Esta no se asocia a otras condiciones médicas y se puede resolver fácilmente con cambios del estilo de vida y practicando técnicas de higiene del sueño.
Parálisis del sueño recurrente
La parálisis del sueño recurrente se caracteriza por múltiples episodios de parálisis del sueño que suceden durante un periodo prolongado de tiempo.
Este tipo de parálisis del sueño se asocia a trastornos psicológicos como la depresión y la ansiedad, así como al uso de ciertos medicamentos que alteran la neurofisiología del sueño.
Además de los cambios del estilo de vida, este trastorno puede ser tratado con una combinación de psicoterapia y medicamentos.
Efectos de la parálisis del sueño
La parálisis del sueño puede tener efectos negativos sobre el funcionamiento del sistema nervioso y la calidad del sueño.
Si bien se considera un fenómeno benigno por sí solo, los niveles de miedo aumentados por los episodios de parálisis del sueño pueden hacer que la persona desarrolle trastornos de ansiedad.
Después de un episodio de parálisis del sueño, te puedes sentir completamente cansado. Además, esta puede ser una experiencia abrumadora a nivel emocional, por lo que muchas veces las personas se sienten agitadas al día siguiente.
Muchas veces, las personas no quieren dormir por varios días después de presentar parálisis del sueño, lo que altera su ritmo circadiano y disminuye la calidad de su sueño.
Esto crea un círculo vicioso en el que estos malos hábitos de sueño aumentan la probabilidad de que la persona presente otro episodio de parálisis del sueño, y pase más tiempo evitando dormir.
A largo plazo, la ansiedad inducida por la parálisis del sueño puede aumentar el riesgo de hipertensión arterial y de enfermedades cardiovasculares.
Sin embargo, si los factores desencadenantes se manejan de forma apropiada, no se deberían ver complicaciones a largo plazo.
La parálisis del sueño, así como otros trastornos del sueño, puede ser controlada de forma efectiva al mejorar la higiene del sueño.
Algunos hábitos que puedes añadir a tu rutina nocturna para evitar los episodios y los efectos a largo plazo de la parálisis del sueño son:
- Tener un horario de sueño regular, incluso durante los fines de semana y vacaciones.
- Utilizar un colchón y almohadas cómodos para dormir.
- Disminuir la luz y el sonido que entra a la habitación durante la noche.
- Intentar siempre tener la misma rutina antes de dormir.
- Dejar de utilizar dispositivos electrónicos al menos media hora antes de dormir.
- Disminuir el consumo de cafeína y alcohol, especialmente durante las noches.
La parálisis del sueño es un fenómeno poco común, pero que puede tener un gran impacto sobre tu calidad de vida.
Si presentas un episodio de parálisis del sueño, mejorar tu higiene del sueño te puede ayudar enormemente, pero si presentas múltiples episodios deberías consultar con un profesional de la salud para que te ayude a identificar la causa.
Si quieres mejorar la calidad de tu sueño, en Luuna te podemos ayudar. Conoce nuestros productos diseñados para ayudarte a recuperar tu sueño profundo.