Hace aproximadamente 9,000 años, en Mesopotamia (hoy Iraq), surgieron las primeras almohadas hechas de piedra… ¡¡¡Sí, de piedra!!! Su finalidad era ayudar a mantener la cabeza elevada durante las horas de sueño.
También los antiguos egipcios, hace unos 3,000 años, las utilizaban con la finalidad de mantener los insectos lejos de sus oídos, boca y nariz. En la antigua China también dormían con almohadas. Allí, eran hechas a base de cerámica, piedra o madera. Suena muy incómodo, ¿no?
Por eso, muchos años más tarde, los griegos y los romanos confeccionaron las primeras almohadas de plumas y paja.
Usar almohadas hoy parece algo bastante natural. Sin embargo, últimamente ha surgido un debate entre qué tan bueno o malo es dormir con almohada.
En este post te explicaremos todo lo que encontramos para que saques tus propias conclusiones.
Asimismo, dormir de lado sin almohada aumenta el riesgo de osteoartritis en el cuello. En esta posición, tus vértebras cervicales podrían curvarse demasiado y apretar las aberturas de la espina dorsal, provocando que los huesos se ejerzan fricción uno contra otro.
La fricción y la presión de mantenerse durante mucho tiempo en esta posición, provoca que los huesos se erosionen y aparezcan espuelas óseas, que a menudo se observan en las radiografías cervicales de las personas que duermen en mala posición o con almohadas poco adecuadas.
Una almohada con el volumen ideal (adaptado según el marco de la espalda de cada persona) eleva la cabeza, alinea la columna vertebral y mejora la calidad del descanso.
Dormir de espaldas sin almohada, también altera la curvatura natural de tu columna. Cuando estamos de pie, el cuello mantiene una cierta curva. Si duermes boca arriba, sin almohada, ésta también se distorsiona. Para simular la curva natural del cuello, los investigadores del Colegio de Medicina de la Universidad de Hallym, en Corea del Sur, encontraron que en esta posición, una almohada de 10 cm de altura es necesaria para mantener la columna saludable.
En general, los estudios sugieren que dormir con una almohada mejora la calidad del sueño y se adapta mejor a la fisonomía y a la curva natural de la columna. Incluso los egipcios hace más de 3.000 años usaban almohadas.
Al final, usar o no una almohada es una decisión muy personal. Sin embargo, si elegimos dormir con una almohada es importante considerar el volumen que debe tener de acuerdo con nuestra fisonomía y posición preferida para dormir.
Si duermes de lado
Es recomendable usar unaalmohada más alta, procura que el volumen cubra la distancia que hay entre tus hombros y tu cabeza, nunca debe quedar más alta ni más abajo. Una persona con espalda más ancha, necesitará más volumen, mientras que una persona más angosta requerirá un menor volumen.
Si duermes boca arriba
De hecho, esta es la posición más cómoda para dormir, aunque sólo 8% de la población duerme así, según datos de Sleep.org. No sólo mantiene tu piel libre de arrugas (sí, a todos nos preocupa mantenernos jóvenes y bellos); le permite a tu cabeza, cuello y columna mantener una posición libre de presión. Si duermes así, necesitarás menos volumen que si duermes de lado. Procura que tu espalda mantenga la curva natural y que tu cabeza no quede demasiado elevada. Lo único malo de esta posición es que usualmente hace que ronques más, jeje.
Si duermes boca abajo
Aunque esta posición ayuda a reducir los ronquidos, no suele ser muy saludable, debido a la presión que se ejerce sobre los órganos del aparato digestivo. Sin embargo, si esta es tu posición predilecta para dormir, lo ideal es que elijas una almohada muy delgada, con la finalidad de mantener tu cabeza, cuello y espalda con la menor presión posible.
El memory foam cumple con estas características. Sin embargo, las almohadas de bloque no se adaptan a todos los cuerpos. Para personas muy delgadas o más anchas, pueden tener los mismos efectos que las almohadas tradicionales. Además, puede ser un material caluroso.
Luuna, una empresa mexicana especializada en productos para el descanso, tiene una almohada de memory foam triturado, que puedes ajustar a tu medida, según tu fisonomía y posición preferida al dormir. Al ser triturado, permite que circule mejor el aire y siempre se mantenga fresca. Además, tiene una funda superior de fibra de bambú, que hará que jamás le tengas que dar vuelta a tu almohada.
Hace aproximadamente 9,000 años, en Mesopotamia (hoy Iraq), surgieron las primeras almohadas hechas de piedra… ¡¡¡Sí, de piedra!!! Su finalidad era ayudar a mantener la cabeza elevada durante las horas de sueño.
También los antiguos egipcios, hace unos 3,000 años, las utilizaban con la finalidad de mantener los insectos lejos de sus oídos, boca y nariz. En la antigua China también dormían con almohadas. Allí, eran hechas a base de cerámica, piedra o madera. Suena muy incómodo, ¿no?
Por eso, muchos años más tarde, los griegos y los romanos confeccionaron las primeras almohadas de plumas y paja.
Usar almohadas hoy parece algo bastante natural. Sin embargo, últimamente ha surgido un debate entre qué tan bueno o malo es dormir con almohada.
En este post te explicaremos todo lo que encontramos para que saques tus propias conclusiones.
Asimismo, dormir de lado sin almohada aumenta el riesgo de osteoartritis en el cuello. En esta posición, tus vértebras cervicales podrían curvarse demasiado y apretar las aberturas de la espina dorsal, provocando que los huesos se ejerzan fricción uno contra otro.
La fricción y la presión de mantenerse durante mucho tiempo en esta posición, provoca que los huesos se erosionen y aparezcan espuelas óseas, que a menudo se observan en las radiografías cervicales de las personas que duermen en mala posición o con almohadas poco adecuadas.
Una almohada con el volumen ideal (adaptado según el marco de la espalda de cada persona) eleva la cabeza, alinea la columna vertebral y mejora la calidad del descanso.
Dormir de espaldas sin almohada, también altera la curvatura natural de tu columna. Cuando estamos de pie, el cuello mantiene una cierta curva. Si duermes boca arriba, sin almohada, ésta también se distorsiona. Para simular la curva natural del cuello, los investigadores del Colegio de Medicina de la Universidad de Hallym, en Corea del Sur, encontraron que en esta posición, una almohada de 10 cm de altura es necesaria para mantener la columna saludable.
En general, los estudios sugieren que dormir con una almohada mejora la calidad del sueño y se adapta mejor a la fisonomía y a la curva natural de la columna. Incluso los egipcios hace más de 3.000 años usaban almohadas.
Al final, usar o no una almohada es una decisión muy personal. Sin embargo, si elegimos dormir con una almohada es importante considerar el volumen que debe tener de acuerdo con nuestra fisonomía y posición preferida para dormir.
Si duermes de lado
Es recomendable usar unaalmohada más alta, procura que el volumen cubra la distancia que hay entre tus hombros y tu cabeza, nunca debe quedar más alta ni más abajo. Una persona con espalda más ancha, necesitará más volumen, mientras que una persona más angosta requerirá un menor volumen.
Si duermes boca arriba
De hecho, esta es la posición más cómoda para dormir, aunque sólo 8% de la población duerme así, según datos de Sleep.org. No sólo mantiene tu piel libre de arrugas (sí, a todos nos preocupa mantenernos jóvenes y bellos); le permite a tu cabeza, cuello y columna mantener una posición libre de presión. Si duermes así, necesitarás menos volumen que si duermes de lado. Procura que tu espalda mantenga la curva natural y que tu cabeza no quede demasiado elevada. Lo único malo de esta posición es que usualmente hace que ronques más, jeje.
Si duermes boca abajo
Aunque esta posición ayuda a reducir los ronquidos, no suele ser muy saludable, debido a la presión que se ejerce sobre los órganos del aparato digestivo. Sin embargo, si esta es tu posición predilecta para dormir, lo ideal es que elijas una almohada muy delgada, con la finalidad de mantener tu cabeza, cuello y espalda con la menor presión posible.
El memory foam cumple con estas características. Sin embargo, las almohadas de bloque no se adaptan a todos los cuerpos. Para personas muy delgadas o más anchas, pueden tener los mismos efectos que las almohadas tradicionales. Además, puede ser un material caluroso.
Luuna, una empresa mexicana especializada en productos para el descanso, tiene una almohada de memory foam triturado, que puedes ajustar a tu medida, según tu fisonomía y posición preferida al dormir. Al ser triturado, permite que circule mejor el aire y siempre se mantenga fresca. Además, tiene una funda superior de fibra de bambú, que hará que jamás le tengas que dar vuelta a tu almohada.
Equipo Editorial Luuna
Redactor
Equipo editorial Luuna
Escrito por el
Equipo Editorial Luuna
Andrea Abreu
SEO Analyst
Maribel Vargas
Comms Manager
Giulianna Boffa
SLEEP COACH
Alina Álvarez
Directora Creativa
Ana Blanco
Channel Design Lead
Pablo Exeni
Head of Ecommerce
¿Qué es Luuna?
Somos una empresa mexicana especializada en tecnología del sueño y desarrollo de productos premium enfocados siempre en el bienestar del cliente y garantizando una experiencia de sueño confortable. Trabajamos con los mejores materiales para brindar la mejor experiencia de descanso y mantener el compromiso con el bienestar de las personas, que ha resultado en más de 500,000 clientes felices.
Duermo con pareja y con una mascota mediana... y antes era un problema porque cada vez que alguno de nosotros se movía, despertaba a los otros. Con Luuna, el colchón es firme, pero lo suficientemente amoldable a cada usuario, así que ya no se sienten los movimientos de los demás.
Me encanto mi colchón Luuna, tengo problemas de espalda y me ha ayudado muchísimo a dormir muy cómoda, aparte no molestas a tu pareja al moverte o levantarte, es un excelente colchón y que orgullo que sea hecho por emprendedores mexicanos, gracias.
Es un colchón muy cómodo, me tomo un par de semanas acostumbrarme al cambio, pero desde que lo hice, duermo significativamente mejor y sin dolores de espalda u hombros.