Si ya eres madre, puede que te hayas dado cuenta de que tu bebé pasa por periodos en los que duerme menos, se despierta más durante la noche y no quiere dormir siestas.
Si esto les pasa a tus hijos, ¡no te preocupes! La regresión de sueño es un fenómeno bastante común.
Sigue leyendo para saber qué causa la regresión del sueño, cuándo puede pasar y te daremos algunos consejos de cómo manejarla.
¿Qué es la regresión del sueño?
Cuando tienes hijos te das cuenta de que hay periodos de tiempo en los que tu bebé o hijo pequeño comienza a tener un patrón u horario de sueño y de repente comienza a despertarse por las noches.
Esto se llama regresión del sueño y está relacionado con hitos del desarrollo, el aprendizaje de nuevas habilidades o a grandes cambios en la vida de tu bebé.
El término regresión del sueño se suele utilizar para describir los periodos en los que tu bebé, que normalmente dormía toda la noche, comienza a tener despertares nocturnos inusuales, o comienza a tener problemas de sueño durante sus siestas.
Los síntomas principales de una regresión del sueño son aumento del llanto y de la irritabilidad, ocasionando que haya apatía, falta de apetito y una necesidad de apego y ansiedad de separación hacia los padres.
Es importante tener en cuenta que la regresión del sueño son alteraciones temporales del patrón de sueño del bebé. Son periodos de cambio normales en el desarrollo de nuestros bebés y suceden por cambios en el día a día que afectan los ciclos de sueño.
Algunas señales de que tu bebé puede estar a punto de entrar en una etapa de regresión del sueño son:
- Dificultad para quedarse dormido en la noche.
- Despertarse muy temprano en la mañana.
- Siestas más cortas.
- Resistirse a tomar siestas.
Este cambio en el sueño nocturno de tu bebé tiene un comienzo repentino, y suele volver a la normalidad después de dos a seis semanas.
¿Cuándo suceden las regresiones de sueño?
El momento más común es cuando tu bebé está pasando por hitos de desarrollo, como aprender a gatear, sentarse, caminar, decir sus primeras palabras o durante la aparición de sus primeros dientes.
Por esto, la edad en las que tu bebé pueda experimentar una regresión del sueño va a depender de cuando experimente estos hitos.
Las edades típicas en las que pueden ocurrir estas regresiones del sueño son en torno a las 6 semanas, 4 meses, 8 a 10 meses, 12 meses, 18 meses y otra vez a los 2 años.
Recién nacidos
Durante esta etapa, la regresión del sueño se debe más que todo a condiciones que causan incomodidad en vez de a hitos del desarrollo.
Vas a notar que tu bebé se despierta mucho más seguido durante la noche o que se resiste a quedarse dormido durante el día.
Bebés de 4 meses de edad
A esta edad tu bebe experimenta su primer cambio en su patrón del sueño, ya que sus horas de sueño diarias se van a reducir de unas 17 horas al día a 14 horas al día.
El principal cambio evidente es la rutina de sueño de tu bebe, pues toma siestas más cortas y se despierta durante la noche, ocasionando que tu bebé se despierte de mal humor o con problemas para volverse a dormir.
Bebés de 6 meses de edad
Los expertos no han llegado a un consenso sobre si en esta etapa de la vida realmente hay una regresión del sueño o si simplemente hay ajustes del horario del sueño por circunstancias de la vida.
En consecuencia, hay dos vertientes muy importantes que señalan que puede haber una regresión del sueño.
La primera es que los bebés de esta edad se despiertan en la noche porque tienen hambre, debido a que han quemado muchas calorías durante el día al practicar el gateo o aprendiendo a sentarse.
La segunda está relaciona a la dentición, el desarrollo de nuevas habilidades y al desarrollo de ansiedad de separación durante esta etapa de la vida.
Bebés de 8 a 10 meses de edad
El sueño de los bebés de 8 a 10 meses de vida se puede ver afectado porque durante esta etapa tu bebé está aprendiendo a pararse con apoyo y comienza a moverse gateando.
Además, a algunos bebés durante esta etapa les comienza a salir sus incisivos centrales, lo que puede contribuir a las alteraciones del sueño
Bebés alrededor de un año de edad
Alrededor de los 11 a 12 meses de edad tu bebé comienza a caminar, y esta nueva etapa puede desencadenar una nueva regresión del sueño.
Otro factor que está asociado a la regresión del sueño en esta época de la vida es que se comienza a tener conciencia del mundo a nuestro alrededor, por lo que hay muchas actividades cerebrales nuevas a las que tu bebé se debe adaptar.
La mejor manera de controlar la regresión del sueño a esta edad es asegurarse de que el bebé tenga una rutina del sueño en la que siempre se duerma más o menos a la misma hora.
Niños mayores
Los niños pequeños entre 1 y 2 años de edad pasan por muchos cambios que contribuyen a la regresión del sueño. Una de estas alteraciones es la variación en la fase de sueño profundo, la cual se va haciendo más corta al pasar los años.
Además, los niños de esta edad también pueden experimentar ansiedad de separación porque no se quieren separar de sus padres, siendo esta una de las causas principales de regresión del sueño.
En esta etapa, los niños quieren más independencia y tienden a querer estar despiertos durante la noche para practicar las cosas que han aprendido y explorar el mundo que los rodea.
Causa de la regresión del sueño
Existen varias circunstancias que pueden causar una regresión del sueño en tu bebé, incluso fuera de las edades habituales.
Así que es importante saber cuáles son para poder prepararte y que la regresión del sueño de tu bebé no te tome por sorpresa.
- Dolor de encías: se experimenta cuando tu bebé comienza la dentición, no solamente hace que tu bebé se mantenga despierto por la noche, sino que también puede hacer que rechace los alimentos o que se introduzca cosas en la boca para rascarse las encías. Se recomienda darle cosas frías o congeladas a tu bebé para aliviar este dolor.
- Resfriados: la tos y los estornudos pueden hacer que tu bebé y tú estén despiertos toda la noche, alterando completamente el patrón del sueño y desencadenando una regresión del sueño que puede durar mucho más que el resfriado que la causó.
- Fiebre: los procesos infecciosos como la otitis o la amigdalitis incomodan a tu bebé, por lo tanto, si tu bebé presenta fiebre, llévalo al pediatra para tratarla antes de que altere demasiado su patrón de sueño.
- Llantos por cólicos: cuando tu bebé se llena de gases puede presentar cólicos que son bastante dolorosos, especialmente de noche o a la hora de la siesta.
- Desarrollo de una nueva habilidad: esta es la causa más común de regresiones del sueño. Cuando tu bebé está aprendiendo una habilidad nueva, como gatear o hablar, su cerebro está creando nuevas conexiones para esos procesos que está aprendiendo, y este cambio en la arquitectura cerebral altera temporalmente los procesos vitales como el sueño y el hambre.
Consejos para ayudarte con la regresión del sueño
Las regresiones de sueño son agotadoras, tanto para el niño como para los padres, pero no te preocupes, suelen ser temporales.
A continuación te daremos algunos consejos para que recobres más rápidamente el sueño saludable de tu bebé.
Sigue un horario de descanso y tiempo de juego
Durante una regresión del sueño es ideal asegurarse de que el bebé tenga suficiente actividad durante el día e ir reduciendo la actividad a medida que nos acercamos a la noche, con el fin de que esté demasiado cansado ni demasiado activo cuando llegue su hora de dormir.
También es ideal intentar que se duerma siempre a la misma hora para crear una buena estructura en su rutina del sueño.
Actividades a la hora del sueño
Leerle un libro, cantar canciones de cuna o ponerle música suave son actividades que pueden estimulan el sueño de tu bebé y que pueden ser útiles cuando se rehúsa a dormirse por la noche.
Evitar utilizar aparatos electrónicos
La luz azul que emiten los aparatos electrónicos puede alterar el sueño tanto en niños como en adultos, por lo que se recomienda evitar usarlos, por lo menos, una hora antes de dormir.
Báñalo antes de dormir
Incluir en tu rutina un baño de agua tibia para tu bebé es una excelente opción si tu propósito es ayudarlo a que se relaje, además puedes ser un momento para compartir con tu hijo.
Ambiente adecuado en la habitación
La temperatura y la cantidad de luz que entra al cuarto de tu bebé son esenciales para asegurar una buena noche de sueño. Un ambiente fresco y oscuro es lo ideal, pero a medida que tu hijo crece puede desarrollar ciertas preferencias que hacen que su ambiente ideal para el sueño cambie.
Evitar ruidos
Los ruidos fuertes y repentinos o constantes pueden despertar a tu bebé o hacer que se le dificulte dormirse.
Si no puedes asegurar un ambiente silencioso, utiliza una máquina de ruido blanco para enmascarar esos ruidos y crear una atmósfera relajante.
Si percibes que las regresiones del sueño no desaparecen con el tiempo, consulta con tu pediatra de preferencia para que te indique cómo mejorar la calidad del sueño de tu bebé. En el siguiente artículo te contamos cómo hacer para que tu bebe duerma bien.
En definitiva, el sueño infantil es sumamente importante para el crecimiento y el desarrollo físico y mental de tus hijos.
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