Despertar con dolor de espalda es común para la mayoría de los mexicanos. De hecho, demasiado: 80% de los adultos entre 25 y 45 años lo padecen.
Sin embargo, aunque es un problema que aqueja la salud y la productividad, muchos lo dejan pasar o simplemente toman un analgésico.
En 2017, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) dio a conocer que los adultos jóvenes de 25 a 45 años de edad son más propensos a tener este tipo de malestares debido a sus malas posturas al sentarse, acostarse o cargar objetos pesados.
El índice ha sido tal que el dolor de espalda mejor conocido por los especialistas como el dolor en la región lumbar, ocupa el tercer lugar entre las 10 principales causas de consulta en medicina física y rehabilitación. ¡Sí, así como lo oyes! Un dolor muy común en la espalda puede llevarte a tratamientos de meses para mejorar o disminuir el dolor y, en ocasiones, recurrir a cirugías.
En Luuna, preocupados por tu salud, nos dimos a la tarea de investigar los 5 posibles causantes de estos males y cómo poder disminuirlos.
1. Tener una mala postura
Si eres de los que acostumbran sentarse de manera incorrecta en tu escritorio o a comer, trabajas en la cama con la espalda encorvada, ¡es momento de cambiar!
Estos hábitos podrían ser los causantes de tu dolor.
Un mexicano promedio permanece sentado de 8 a 10 horas diarias en el trabajo. Ahora, calcula que en todo ese tiempo mantienes una mala postura y multiplícalo por tus días laborales. ¿Imaginas el nivel de daño que le estás causando a tu espalda, cuello y hombros? De hecho, estos errores mínimos no los percibimos hasta que llegamos a un nivel crónico de dolor.
El Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) recomienda para evitar este primer percance, caminar de manera correcta con una postura recta que beneficie a tu columna, también cuando tomes asiento tu espalda debe de estar pegada al respaldo del asiento en un ángulo de noventa grados. Esto podría ayudarte a prevenir la visita al ortopedista.
2. Levantar objetos de manera incorrecta
Usualmente, cuando se nos cae algo, simplemente bajamos sin flexionar las rodillas. Esto es muy perjudicial para la espalda. De acuerdo con los especialistas del INR, lo ideal es bajar por completo al suelo con las rodillas flexionadas y la espalda recta
3. Antes, durante y después de dormir
Aunque no consideres importante este paso, quizás sea uno de los que deberías de tomar nota.
Dormir bien es fundamental para poder cumplir con las actividades del día a día.
Pocos le dan la importancia que merece, pero tener una cama cómoda es fundamental.
Los médicos ortopedistas recomiendan elegir un buen colchón, que brinde un buen balance entre confort y firmeza. Lo segundo más importante es elegir una buena almohada.
Su duermes de lado, es recomendable poner una almohada que permita que tu cabeza, hombros y cuello estén bien alineados. También necesitarás una almohada más delgada y pequeña para ponerla en medio de tus piernas.
Si duermes boca abajo, lo ideal es usar una almohada de baja altura y colocar una almohada muy delgada a la altura del estómago o pelvis para evitar dolores en la columna.
4. Levantarse correctamente
Si eres de los que se levanta rápidamente, le estás haciendo daño a tu espalda. Aunque parezca algo sin importancia, cómo te levantas podría afectar tu salud.
Por ello, cuando lo hagas, trata de llegar a la orilla de la cama, girar de lado, bajar primero tus pies e impulsar con tus manos hasta quedar completamente sentado. Y si quieres terminar con un buen estirón, puedes hacerlo.
5. Sobrepeso
De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México ocupa el primer lugar en obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos. Esto no es lo más preocupante, ya que para 2020 la OCDE prevé que el 40% de los adultos mexicanos tendrá obesidad y, por ende, podría desarrollar enfermedades crónicas como diabetes, problemas del cardiovasculares y dolores de espalda que pueden ocasionar dolores crónicos.
Las personas que tienen dolor de espaldas poseen un índice corporal por arriba de 25%, afirma la nutrióloga Melisa Tena. Eso quiere decir que tener indicios de sobrepeso y obesidad afecta a la columna debido a las malas posturas.
“La columna tiende a inclinarse para compensar el peso que está cargando, lo mismo sucede en el embarazo; la diferencia es que este dura solo unos meses, pero una persona con sobrepeso y obesidad tiende a afectar la columna y otras extremidades con el paso de los años”, afirma.
Por ello, es importante que una buena alimentación, ejercicio, dieta saludable y algunos ejercicios como yoga puedan contribuir a disminuir estos dolores.